Si tienes una puerta automática es importante que la misma pueda disfrutar de un mantenimiento adecuado para que pueda durar el máximo tiempo posible. A través de un buen mantenimiento no solo conseguirás que la puerta dure mucho más tiempo, también conseguirás que la probabilidad de que se estropee sea inferior.
Si la puerta automática está en un negocio o centro comercial, el mantenimiento es todavía más importante. No se puede estropear porque eso podría perjudicar de manera negativa a las visitas. Eso significa que el mantenimiento siempre debe ser el adecuado para sacarle el máximo partido.
¿Qué es una puerta automática?
Una puerta automática es un dispositivo que se abre y cierra sin necesidad de esfuerzo manual, funcionando mediante un motor o sistema hidráulico. Son comunes en sitios como tiendas, edificios de oficinas y hospitales, proporcionando un acceso rápido y práctico.
Hay varios tipos, como las correderas, batientes y giratorias, que operan con mecanismos distintos. Estos sistemas incluyen sensores de seguridad, motores, rieles y controles electrónicos, que aseguran su funcionamiento autónomo y seguro, permitiendo el paso sin tener que tocar la puerta.
¿Cuáles son las partes más importantes de una puerta?
Las puertas automáticas están compuestas por varios componentes clave que permiten su funcionamiento eficiente y seguro. El motor y el sistema de transmisión son esenciales, ya que controlan el movimiento de apertura y cierre de la puerta. El motor genera la energía que el sistema de transmisión convierte en movimiento, ya sea mediante correas, cadenas o engranajes. Estos componentes requieren lubricación y revisión periódica para evitar desgastes prematuros.
Los sensores de seguridad son otro elemento crucial. Estos dispositivos detectan la presencia de personas o vehículos, impidiendo que la puerta se cierre si algo está en su camino. Pueden ser infrarrojos, ultrasónicos o de presión, y es necesario comprobar su alineación y limpieza regularmente para asegurar su correcto funcionamiento.
El sistema de control electrónico incluye el panel y los circuitos que permiten el manejo de la puerta. A través de botones, sensores o controles remotos, el sistema coordina el movimiento de la puerta. Las conexiones eléctricas y los paneles deben ser revisados con frecuencia para evitar problemas de funcionamiento relacionados con cables sueltos o daños en los circuitos.
Las hojas de la puerta, que son las partes móviles, también forman parte del conjunto. Estas pueden estar hechas de diversos materiales como vidrio, metal o madera, y deben inspeccionarse para detectar cualquier daño o desgaste que pueda afectar su rendimiento.
Por último, los rieles y las guías aseguran un movimiento fluido de las hojas. Mantener estos rieles libres de escombros y aplicar lubricante adecuado contribuye a un funcionamiento sin interrupciones y evita posibles bloqueos. Todos estos componentes deben recibir atención regular para garantizar el buen estado y funcionamiento de la puerta automática.
¿Cómo se realiza la labor de mantenimiento de la puerta automática?

Con la colaboración de los técnicos de puertas automáticas de https://www.metalblinds.es/ hemos podido ver que la tarea de mantenimiento se debe realizar en varios pasos. Te los vamos a mostrar todos para que puedas conocerlos y ver su importancia.
- Inspección: lo primero que se debe hacer es realizar una inspección del motor y del sistema de transmisión. Son partes importantes de la puerta automática, por lo que deben ser partes que deben funcionar correctamente. En caso de que una de las partes no funcione bien deberá ser reparada. Así todo volverá a funcionar correctamente.
- Limpieza: la limpieza es otro de los apartados más importantes de la labor de mantenimiento. La puerta debe estar limpia, pero sobre todo hay que prestar especial atención a los rieles y las guías. La limpieza se recomienda que sea igual o inferior al trimestre. El objetivo es evitar los obstáculos que puedan hacer que la puerta no funcione correctamente.
- Sensores: para que la seguridad pueda funcionar bien es fundamental que los sensores funcionen bien. En ese caso es importante que los sensores estén en buen estado, de aquí que en el listado de tareas siempre se incluya la revisión de los sensores. Se deben limpiar y ajustar en caso de que no estén funcionando correctamente.
- Control eléctrico: otro de los apartados de la revisión debe ser realizar un chequeo del sistema de control electrónico. El técnico debe analizar todos los apartados a fondo para certificar que todo funciona correctamente. En este apartado también se miran los botones y el control remoto. Todo debe funcionar bien para que la puerta pueda hacer su función.
- Hojas de la puerta: otro apartado que debe analizarse. Se debe mirar que la puerta está en buen estado en todos sus apartados. Si hay alguna fisura, sobre todo en el cristal, podría provocar problemas de seguridad. En ese caso la reparación debe realizarse lo antes posible.
¿Es lo mismo mantenimiento correctivo que preventivo?
El mantenimiento de puertas automáticas se divide en dos tipos principales: preventivo y correctivo. El mantenimiento preventivo se realiza con el objetivo de evitar problemas antes de que ocurran. Incluye tareas regulares como la inspección de los componentes, la limpieza de los rieles, la lubricación de las partes móviles y la verificación del correcto funcionamiento de los sensores y sistemas de control. Estas acciones permiten que las puertas automáticas funcionen de manera eficiente durante un período más largo y minimizan el riesgo de fallos inesperados.
Por otro lado, el mantenimiento correctivo se lleva a cabo cuando ya se ha producido un problema. Este tipo de mantenimiento es reactivo y se enfoca en reparar o reemplazar los componentes que han fallado. El mantenimiento correctivo suele ser más costoso y puede causar tiempos de inactividad, lo que puede afectar la operación de un establecimiento o empresa.
En general, es recomendable realizar un mantenimiento preventivo de manera regular para reducir la probabilidad de fallos y alargar la vida útil de las puertas automáticas. El mantenimiento correctivo, aunque necesario en ocasiones, es más costoso y disruptivo, por lo que debe ser considerado solo cuando los problemas ya se han manifestado.